martes, 15 de diciembre de 2009

GUSTAVO CERATI - ORFEO SUPER DOMO - CÓRDOBA -11/12/09

Contundente. Esa es la palabra para definir el arranque del show de Gustavo Cerati como presentación de su Fuerza Natural. Ante unas seis mil personas, Cerati desgranó buena parte de su disco más reciente. Fuerza Natural, Magia, el primer corte Deja Vu, Desastre, Rapto y Amor sin rodeos fueron arriba y con el cantante de pie. "No filmen mucho que después en YouTube se ve como el or...", pidió antes de Cactus y después de Tracción a sangre.
Promediando el concierto y con la precisión del "metrónomo de Dios, el set mandaba proyecciones en pantalla gigante y atmósfera pinkfloydiana para el remanso de Sal. Cerca ya de la hora de show, los temas que no "obedecen al capricho del artista" y que obligan a mostrar "el viaje completo" que es su álbum, dejan el turno a Convoy. "Es como Bienvenidos al tren, pero uno distinto", anticipó Cerati.

La preocupación por que todos supieran bien de qué se trataba la cosa llevó al cantante de antifaz a repetir más o menos lo mismo que en el resto de las paradas de sus shows. Vamos, que puede que YouTube no sea fiel a la hora de reproducir un video filmado con un celular, pero Internet sirve para anticiparse a la lista de temas con solo buscar otros puntos de la gira. "No sé si todos saben, pero este primer segmento se compone de los temas de Fuerza Natural", más o menos, todos lo sabían. Y todo bien.
El cierre de la primera parte del viaje dividido en tantas estaciones como temas tiene Fuerza Natural (trece) llegó con He visto a Lucy. No hubo casi intervalo, solamente un medley instrumental que remitía inequívocamente a Bocanada. Pero no, la primera parada del otro periplo sería Zona de promesas, único tema de Soda Stereo de toda la noche. El vestuario fue blanco impecable, y la dedicatoria fue para Mercedes Sosa, quien eligió el tema para su Cantora.

Más allá de que las palabras, cuando le toca hablar, siempre suenan mucho más forzadas que cuando las canta, Cerati emocionó, desde la dedicatoria primero, y solo ahi con su guitarra (una de las....¿siete? que utilizó a lo largo de la noche), súper desenchufado.
Pulsar y Te llevo llegaron para testimoniar el excelente disco que fue Amor amarillo, y una remozada y eléctrica Marea de venus a reseñar el Colores Santos firmado con Daniel Melero.
Éste quizá uno de los más subvaluados de la carrera del cantante.
Cantante, exactamente esa era la palabra. En vivo, como en sus discos, queda también la sensación de que es el que muestra la mejor técnica de todo rock hecho acá, el verdadero crooner obsesivamente detallista que no es posible encontrar en ningún otro exponente.
Al lado del rock de estadios de otros o del mismo que llenó estadios con Soda, lo que puede entregar hoy
Cerati es pulcro. Fino, elegante, y casi
sin impurezas.
La banda que dispuso, también, es la misma que desde hace un buen tiempo puede considerarse como “la estable”, algo que se nota en el rendimiento colectivo: Leandro Fresco, Richard Coleman, Fernando Samalea, Fernando Nale, Anita Álvarez Toledo y Gonzalo Córdoba.
Tras la casi obligatoria Crimen (a esta altura himno por excelencia de su carrera en solitario, a pesar de que es del anteúltimo CD) llegaría la parte màs alta de la noche con una seguidilla efectiva y potente:
Paseo inmoral, esta vez sí de la cosecha Bocanada, y con show de sentidos a partir de luces y proyección en vivo retocada con mucho criterio, y Cosas imposibles seguido sin solución de continuidad por La excepción, otro de los de Ahí vamos que marca el tracklisting. En Adiós hubo, como obviedad, amague de final, pero todavía quedaban los bises.
Puente y Lago en el Cielo, más Vivo y Jugo de luna eran los previstos de antemano y los que estaban contemplados en la lista que manejaba
la producción.

De hecho, incluso sin un cierre apoteósico, el giro David Bowie de Jugo de luna (en algún momento intercalado con un casi imperceptible Rebel, rebel) hubiera clausurado con justicia las dos horas y media de show. Pero Cerati tenía y quería dar algo más. El segmento final de He visto a Lucy, que en Fuerza Natural (el disco) es prácticamente un track oculto, fue el riesgo que tomó, y no se equivocó. La distancia que hay entre la factura sonora y visual de uno de sus conciertos y el de cualquier otro
solista o banda local merecían incluso
eso: no cerrar como manda el manual.
Y gracias por venir.

COMENTARIO DE PABLO LEITES
FUENTE: www. lavoz.com

3 comentarios:

diego dijo...

un genio. impecable y mágico

flopis dijo...

Absolutamente MAGICO!!!!♥♥♥♥♥/♥♥♥♥♥☺

vero dijo...

todo en 2 palabras. gustavo cerati!!