domingo, 17 de enero de 2010

EL VAMPIRO EN EL CINE 2

Aunque existían películas anteriores a la de Murnau -como "Vampydanserinden" (1911) o "Der Vampyr (1919)- y posteriores -"Vampiry Warzawy" (1925)- que trataron el vampirismo, no fue hasta unos años más tarde, cuando la Universal decide llevar al cine la obra de Stoker, que el vampiro entra de lleno en la cultura occidental. El "Drácula" (1931) de Tod Browning, con los derechos de la obra original aunque su fidelidad fue prácticamente nula, fue interpretado por Bela Lugosi, actor húngaro de teatro que con su palidez natural y su acento extranjero, dio vida al vampiro por excelencia, aportando a las pesadillas populares un ser silencioso, varonil, de buenos modales, de mirada hipnotizadora y seductor. En esta película se estableció una relación del vampiro con la sexualidad que ha perdurado hasta la actualidad (la publicidad, por ejemplo, no hablaba de vampiros si no de una "extraña historia de amor").










Pese a que la película de Browning dió el pistoletazo de salida al cine de terror, el personaje del vampiro no regresó hasta unos años más tarde con "La hija de Drácula (1936), "El hijo de Drácula" (1943), "La zíngara y los monstruos" (1944) y "La mansión de Drácula" (1945), películas que poco aportaron al mito.

















Durante la década de los 50 se pudo entrever un intento de aproximar más el terror al espectador. En "El regreso de Drácula" (1958) de Francis Lederer, surgieron los adolescentes como protagonistas, un intento de aproximar a los más habituales espectadores de este tipo de películas, y la aparición momentánea del color para sugerir la realidad de la sangre, pues aunque la película se rodó en blanco y negro, hay una escena donde la muerte de una vampira salpica de rojo la pantalla. Posiblemente fue la aparición del color una de las razones del éxito de la productora británica Hammer, donde predominaron las escenas sangrientas (muchas abusaron de lo que un público finalmente saturado llegó a denominar jocosamente como "salsa de tomate"), argumentos más agresivos y violencia explícita.





No hay comentarios: