martes, 19 de enero de 2010
HOTEL EDÉN - LA FALDA - CÓRDOBA
Uno de los iconos más importante de la ciudad es el Edén Hotel, de estilo arquitectónico ecléctico, con torres francesas y ornamentación alemana. Inaugurado en 1899, tenía en aquellas épocas de grandeza: 100 dormitorios, 38 baños, comedor auxiliar para niños y personal capacitado; un gran salón de fiestas, sala hall de lectura con escritorio, jardín de invierno, salón – bar, dos amplias terrazas, galería cubierta y anfiteatro (teatrino). Excepto los vinos y licores, absolutamente todo se hacía en el hotel.
Está ubicado al final de la Av. Edén (1400), luego de la fuente que corona a esta arteria.
Historia
En 1891 un viajero, Roberto Bahlke, recorre la zona a caballo y queda encantado con el lugar y decide comprar las tierras para levantar un gran hotel. En 1892, con el apoyo económico del grupo Torquinst, adquiere 1250 hectáreas de lo que hoy es La Falda, más los cerros aledaños; comenzando la gran obra en 1895, el establecimiento se llamó Edén Hotel. Su primera parte estuvo concluida en 1898. Al final del año siguiente quedó inaugurado contando con todas las comodidades y el confort imaginables para la época. Dicho emprendimiento fue vital como ente iniciador del turismo y como elemento desencadenante de la urbanización y comercialización de La Falda.
En 1904 el consorcio Torquinst vende las mil hectáreas, más todo lo construido, a María Krautner, quien lo explota hasta 1912. En ese año lo compran los hermanos alemanes Walter y Bruno Eichhorn, quienes perfeccionan las instalaciones y agregan nuevos servicios. En 1913 para generar ingresos, se venden los primeros terrenos a Emilio Wenwe.
En los años previos a la Segunda Guerra Mundial funciona en el hotel un Ateneo Alemán. En 1939, apenas iniciada la guerra, la tripulación del acorazado Graf Spee, hundido en el río de la Plata, es confinada al Edén Hotel, el cual cierra sus puertas al final de la guerra.
En 1945 el gobierno argentino incauta el hotel y lo utiliza para confinar a diplomáticos japoneses y sus familias durante dos años. Es por ese entonces cuando se derriba el águila emblemática que adornaba el frontis de la fachada principal.
En 1948 el gobierno devuelve el hotel a sus dueños, quienes lo venden a la firma integrada por Emilio Karstulovich, Constantino Kamburis y Arturo Ascher Kutcher. Con el tiempo, al no levantarse una importante deuda contraída, la firma Franco – Argentina remata el Edén el 7 de Mayo de 1953. Lo adquiere la firma CIFA (excepto el golf que lo compró Joaquín Murillo por un millón setecientos veinte mil pesos).
El 2 de julio de 1964 toma posesión María Teresa Carbone de Autilio, a nombre de la sociedad anónima Hoteles y Parques Edén en formación cuyo representante y apoderado es Armando Balbín. Ya en la década del ’60 comienza su declinación de la que se intenta reponerlo. Fue cerrado y desmantelado. Con el correr del tiempo fue víctima de constantes saqueos que lo dejaron en un estado prácticamente calamitoso .
En 1970 las fuerzas vivas inician gestiones para traer un casino e instalarlo en este establecimiento, pero el mismo es otorgado a La Cumbre en 1971.
En 1982 la firma Figo explotó el hotel, pero sólo por ese año. En realidad, tal como se apuntó antes, desde 1965 el hotel vino deteriorándose y siendo saqueado indiscriminadamente. Su parque fue invadido por malezas.
El 8 de agosto de 1988 fue declarado Monumento Histórico Municipal por el Concejo Deliberante de la Municipalidad de La Falda. Luego fue reconocido como Monumento Histórico Provincial y actualmente prosiguen las gestiones para darle a la construcción tal carácter en el orden nacional. De estilo arquitectónico ecléctico, con torres francesas y ornamentación alemana, el Edén fue todo un símbolo, no sólo de la zona sino también del país. Prueba de ello es que la correspondencia llegaba con poner únicamente Edén Hotel La Falda. Sierras de Córdoba.
De su período fundacional, debe recordarse que, el primer presidente de la Sociedad Anónima El Edén y administrador general del hotel fue Juan Kurth, ex – cónsul suizo propietario a la vez de la Estancia La Berna en Huerta Grande. Durante su gestión, el establecimiento atrajo a un selecto grupo de personas, lo cual quedaba reflejado en las pomposas cenas de etiqueta y bailes con orquestas que allí se escenificaban.
A partir de la incorporación de la austriaca María Krautner, en la conducción de la empresa, a la característica antes apuntada se incorporará la propuesta entre otros atractivos, del desarrollo de cabalgatas con destinos a la Pampa de Olaen y Vaquerías, con expertos vaquéanos.
Luego bajo la orientación de los hermanos Eichhorn, entre 1912 y 1945, el Edén vivirá su época de mayor esplendor. Para ese tiempo la capacidad era de doscientos cincuenta pasajeros. Tenía cien dormitorios, treinta y ocho baños, comedor auxiliar para niños y personal, un gran salón de fiestas, sala hall de lectura y escritorio, jardín de invierno, salón – bar, dos amplias terrazas, galería cubierta y anfiteatro.
Excepto los vinos y licores, todo se hacía en el hotel. Poseía una huerta, criadero de animales, y fábrica de embutidos conservas y hielo. Tenía además, banco y taller mecánico propios, cabina para correos y telégrafo, usina eléctrica y una orquesta estable.
El amplio jardín fue ornamentado con cincuenta especies traídas de Europa.
En cuanto a deportes, contaba con una cancha de golf de 18 hoyos donde se realizaban torneos internacionales. También tenía canchas de tenis de polvo de ladrillo iluminadas; además de una cancha de croquet y pileta de natación. Así mismo eran tradicionales las cacerías del zorro.
El mantenimiento era realizado por 125 personas. El hotel contaba para ello con taller de herrería, sala de secado y esterilizado a vapor y hasta una flotilla de taxis propia.
También entre su personal se contaban unos 10 mozos, que atendían un promedio de ochocientos comensales. Los pasajeros del hotel contaban con la seguridad de la policía privada del establecimiento.
Entre otros factores que contribuyeron al engrandecimiento del Edén, se contaron la construcción del camino Río Ceballos – La Falda, a través de las Sierras Chicas (luego denominado Camino al Cuadrado), obra que contó con apoyo financiero de la propia Sociedad Edén para la construcción de parte de sus tramos (1924 -26), y la posterior pavimentación de la ruta Buenos Aires –Córdoba.
Se alojaron en él, entre otras personalidades, el poeta nicaragüense Rubén Darío, El Príncipe de Gales, el Duque de Saboya, Albert Einstein, el Marqués de Magaz, los presidentes argentinos Julio Argentino Roca, José Figueroa Alcorta, otros representantes de la nobleza europea e integrantes de distinguidas familias de la sociedad argentina. Por ejemplo entre 1920 y 1027, estuvieron los Anchorena, Aleman, Bunge, Blaquier, Ortiz, Basualdo, Belgrano, Cornejo, Casaux, Demaría, Deheza, Ezcurra Elizalde, Escalante, Lavalle, Montes de Oca, Torquins, entre otros también estuvieron Luís Sandrini, Berta Singermann, el cuerpo de baile del Follies Bergére de París.
Actualidad - Edén Hotel, la reconstrucción del Titanic
Dicho Hotel, fue declarado Monumento Histórico Cultural. Desde entonces se ha tratado de preservarlo de la mejor manera, por ello la Municipalidad de La Falda ha concesionado el establecimiento a empresarios locales, quienes (bajo estricto control de Patrimonio de la Pcia. ), están recuperando su estructura, lugares característicos como el Salón Principal de Fiestas y el Salón Comedor: “Salón Imperial” uno de los más importantes de la zona por su equipamiento de luces y sonido de última generación.
Se ha trabajado con mucha cautela sobre los techos, instalaciones eléctricas, cañerías, sanitarios, pisos, aberturas… con la premisa fundamental de mantener intacta la fachada del Hotel.
Éstas son algunas de las obras finalizadas dentro de un proyecto que ampara un crecimiento más importante del predio. En éstos salones se realizan fiestas privadas como: casamientos, cumpleaños, agasajos, etc.
Permanentemente se acentúa el trabajo en el re-acondicionamiento general de su fachada, parques, jardines, techos, aberturas y la habitación presidencial (la más importante del Edén).
En el Hotel se efectúan visitas guiadas diurnas y nocturnas los días lunes, miércoles y jueves desde las 22:00 y 00:00 hs; llevadas adelante por profesionales que van relatando a los visitantes el nacimiento de la ciudad, la historia. En sus instalaciones además, como agregado cultural, un museo de trenes en miniatura “TRENSHOW” y una cava de 1898 con degustaciones de quesos, salame de la colonia, vinos, alfajores regionales y cuenta con una tienda de regalos artesanales y recuerdos del lugar.
Artistas como: Cacho Buenaventura, Mercedes Sosa, Estela Raval y los Cinco Latinos, Carlitos Bala, Patricia Sosa, Valeria Lynch, Roberto Piazza, Edén Tango Club, Piñón Fijo, Katunga, son algunos de los espectáculos que hoy, el Edén brinda
FUENTE: www.lafalda.gov.ar
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Martes 10 de mayo de 2005
Vida Cotidiana
En La Falda, fantasmas nazis sobrevuelan el Edén
Un documento del FBI fechado cuatro meses después del suicidio de Hitler alertaba sobre la posibilidad de que el Führer huyera con destino al hotel de sus amigos, el Edén, en Córdoba.
Durante la guerra sus dueños -amigos de Hitler- recaudaban dinero para el nazismo.
Sesenta años después de la capitulación del Tercer Reich, firmada el 8 de mayo de 1945, el Hotel Edén de La Falda, uno de los más acabados íconos hitlerianos de Córdoba, espera una licitación milagrosa que lo salve de una vez del abandono en que se encuentra.
Ruinoso y desde hace años a punto de derrumbarse, sus viejas paredes a medio empapelar encierran el prólogo a la historia negra de los nazis llegados a la Argentina al amparo del primer gobierno peronista.
Sus propietarios durante la guerra, Walter e Ida Eichhorn, habían sido amigos personales de Adolf Hitler y algunos de sus oficiales de estado mayor, y el 17 de setiembre de 1945 el FBI norteamericano llamaría la atención sobre la pareja y su hotel: "Si el Führer tuviera en algún momento dificultades, él podría encontrar un refugio en La Falda, donde ya se han hecho los preparativos necesarios".
El documento está fechado cuatro meses y diez días después de que Hitler se suicidara en el búnker de la Cancillería, en Berlín, y forma parte de una serie en la que el FBI investigó la supuesta huida del jefe nazi hacia la Argentina, una hipótesis que resultaría disparatada.
Recaudación en las sierras
La atención de los americanos sobre el matrimonio Eichhorn había comenzado a manifestarse meses antes del fin de la guerra, cuando consiguieron recopilar información de inteligencia en Buenos Aires que los comprometía.
En pocas semanas, el FBI había descubierto que la relación entre el führer y los dueños del Hotel Edén era más que estrecha, y que los Eichhorn no sólo eran nazis confesos y activos, sino que además habían actuado como recaudadores de dinero durante la campaña de Hitler para acceder al poder.
Ya en 1935, durante un viaje a Europa de la pareja, el 15 de mayo habían sido recibidos en la Cancillería del Reich y condecorados por el jefe del partido. "Querido camarada Eichhorn", había dicho un solemne Adolf Hitler ese día. "Desde su ingreso en 1924, usted y su esposa han apoyado al movimiento nacionalsocialista con enorme espíritu de sacrificio y acertada acción, y a mí personalmente, ya que fue su ayuda económica la que me permitió -en el verdadero significado de la palabra- seguir guiando la organización".
La colaboración seguiría en los años siguientes hasta tal punto que Ida Eichhorn y su esposo, en las sierras, durante el verano de 1944, recaudarían el equivalente a 30 mil marcos de la época, que habían enviado a Berlín a nombre del ministro de Propaganda, Joseph Gobbels.
En los últimos meses de la guerra, según recuerda el historiador local Carlos Panozzo, La Falda pasaría de ser un centro de recaudación a un lugar de refugio: en el puesto policial cercano al Edén de los Eichhorn, 1.200 alemanes recién llegados iniciarían el trámite para obtener documentos argentinos, alegando que estaban radicados allí.
Un hotel muy particular
Los Eichhorn habían llegado a La Falda en 1912 y compraron el Edén a otros alemanes que habían comenzado a explotarlo a finales de siglo. A partir de entonces, se iba a convertir en un hotel de cien habitaciones y cuarenta baños; comedor para 250 personas, bodegas repletas, salones decorados con arañas de Murano y mármoles de Carrara, donde las familias más aristocráticas de la Argentina llegaban con su propio personal de servicio a pasar largas temporadas.
Según los registros de huéspedes, que aún se conservan, en el Edén se alojaban científicos como Albert Einstein, poetas como Rubén Darío, presidentes como Julio Roca y Agustín P. Justo, y príncipes como el italiano Umberto de Saboya. Las instalaciones contaban con un cine propio, frigorífico y generadores de energía, el crecimiento de La Falda se construiría a la sombra de su influencia.
Sin embargo, a partir de los años treinta el hotel iba a adquirir algunas características particulares. Viejos empleados todavía recuerdan los utensilios de cocina grabados con la cruz esvástica, y según reconstruye el historiador Panozzo, "los discursos y arengas de Hitler, en su momento de mayor auge, eran captados por una antena de onda corta levantada en el techo del Edén, y retransmitidos dentro y fuera del hotel por altoparlantes".
En uno de los salones reservados del hotel, un gran retrato de Hitler, autografiado, presidía las ceremonias privadas de los Eichhorn. Viejas fotografías de Arturo Francisco, el primer fotógrafo de La Falda, muestran el retrato rodeado de ofrendas florales, como si el salón fuera un lugar de culto.
Una carta de los Eichhorn a unos amigos alemanes, reproducida en un film documental, dice textualmente: "(...) La Falda es enteramente obra nuestra y por lo tanto tiene un fuerte tinte alemán. Obviamente, nos hemos preocupado muy bien en que el pensamiento político de toda nuestra gente sea sin excepción nacionalsocialista".
El mito de la fuga de Hitler
El documento del FBI que pone en evidencia a los Eichhorn plantea también la sospecha de que Adolf Hitler hubiese podido escapar de Berlín y refugiarse en las sierras cordobesas. Hasta hace pocos años la sospecha había dejado lugar a la leyenda, y en La Falda todavía se podían escuchar testimonios de quienes juraban haber visto al führer caminando por allí.
Uno de esos presuntos testigos era una ex empleada del hotel, Catalina Damero, quien fantaseaba con haberle llevado la comida a Hitler, "a quien los Eichhorn alojaban en una habitación reservada del hotel".
Aunque esto no fuese cierto, la historia del Edén había estado muy ligada al nazismo, y tras el fin de la guerra los vientos cambiaron brutalmente para los alemanes de La Falda. Tras el armisticio, del cual hoy se cumplen sesenta años, un grupo de militantes antinazis derrumbó el águila que coronaba el capitel del edificio, y de la noche a la mañana las casas de los Eichhorn y sus amigos aparecieron pintadas con la "V" de la victoria que habían popularizado Winston Churchill.
Uno de esos antinazis había sido Ernesto Guevara Lynch, el padre del Che, a quien muchas veces había llevado en sus correrías por las sierras para espiar a los Eichhorn.
El final del Edén
Tras la rendición de Alemania, a la que Argentina había declarado la guerra sólo unas semanas antes, el hotel le fue expropiado temporalmente a los Eichhorn, como parte de la "propiedad enemiga" que había en el país.
Sus instalaciones iban a servir, en las semanas siguientes, para la internación del embajador japonés y todo su cuerpo diplomático, quienes habían quedado prisioneros con la derrota del Eje. Permanecerían allí durante ocho meses, al cabo de los cuales el Edén entraría en una especie de cono de sombras y más tarde no se podría saber con certeza ni quiénes eran sus dueños. Una de las versiones más insistentes era que se lo había quedado Juan Duarte, el hermano de Eva Perón, que a la vez era el secretario del presidente.
Con los años, otras historias de nazis circularían por allí. Adolf Eichmann y su familia, por ejemplo, visitarían con frecuencia La Falda, y Adolfo, uno de los hijos del autor de la "Solución Final", se casaría con la hija de un ex jardinero del hotel llamado Pummer.
También un ex marino del acorazado "Graf Spee" Erich Müller formaría matrimonio con María Zárate, quien había sido camarera del Edén.
Ahora, sesenta años después del fin de la guerra, ese ícono nazi de las sierras cordobesas espera una licitación que lo salve del derrumbe. Su historia, sin embargo, sobrevivirá a cualquier contingencia: será para siempre el hotel donde el FBI sospechó que se escondería Adolf Hitler, si hubiera conseguido escapar a la Argentina.
Jorge Camarasa
Elogio de la diferencia
En su libro "El Hotel Edén de La Falda", el historiador Carlos Panozzo reproduce una carta que el 28 de enero de 1930 un grupo de alemanes de la zona envió al ministro de Obras Públicas de Córdoba. En el documento, suscripto por veinticinco habitantes de Villa Edén, la zona que rodeaba al hotel, los vecinos reclamaban que no querían integrarse a La Falda ni a su municipio. Las razones que alegaban era que sus chalets estaban mejor construidos y sus calles mejor delineadas, y que el pueblo era "una población como cualquier otra, donde sus habitantes ejercen actividades propias de toda agrupación de gente".
El mismo día, en otra carta dirigida a una tal "señora Seyppel", Walter Eichhorn le pide que apoye este movimiento separatista y culmina despidiéndose: "Esto hará bien a todos. En nombre de Dios, saludos a todos nosotros y salve al Tercer Reich".
FUENTE: www.rionegro.com.ar
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Desde su creación en 1899 impuso a la región un destino turístico. Allí se alojaron grandes personalidades tanto de la política, las ciencias y las artes del país y el mundo entero.
Quedan constancias de la presencia del Príncipe de Gales y el de Saboya, Albert Einstein, los presidentes argentinos Julio A Roca, Figueroa Alcorta, así como lo mas granado de la nobleza europea y los apellidos mas ilustres de la sociedad argentina.
El hotel Eden es el resultado de la conbinación de las sutilezas del arte finisecular con los portentos de la ciencia recien nacida del S XX.
Una gran escalinata de mármol daba entrada a sus salones y habitaciones decoradas con la riqueza y esquisitez de aquella época. Contaba con 100 habitaciones, 38 cuartos de baño, un gran salón comedor para 250 personas, un comedor auxiliar para niños y personal, un salón de fiestas, sala de lectura, escritorio, 2 jardines de invierno, salón bar, 1 galería cubierta y 2 balcones desde los que se apreciaba el magnífico parque con su fuente de mármol con 2 leones a cada lado y los miles de árboles plantados en su predio traídos del viejo mundo, siendo hoy un reservorio forestal favorecido por su excepconal clima.
En el subsuelo funcionaba un salón de billar, juegos, toilettes, sótano, bodega y 16 habitaciones para el servicio.
Contaba con usina propia, generadora de luz y calefacción central, talleres, cocheras, quinta y corrales para el abastecimiento y procesado de todos los alimentos que ofrecían.
Poseía caballerizas que proveían los animales para las cabalgatas y cacería del zorro. Un campo de golf de 18 hoyos, una pileta de natación con aguas renovadas por una vertiente, canchas de tennis y hasta un establecimiento bancario.
Su mobiliario, vajilla, cristalería, platería, estatuas, alfombras, pianos y pinturas fueron traídos desde Europa, repondiendo a los cánones del art noveau.
Se caracterizaba por sus grandes bailes donde se vestía de rigurosa etiqueta durante todas las noches de la temporada, danzando al compás de orquestas de renombre.
Es el antecedente más importante de los hoteles autoabastecidos.
El hotel Edén prometía a sus pasajeros en su época de esplendor, un lugar paradisíaco ideal para toda época del año, perfecto para el espíritu y la salud.
Entre 1912 y 1945 vivió su época de mayor esplendor. En nuestros días se intenta la transformación y recuperación del inmueble adaptándolo para el funcionamiento como hospedaje de nivel internacional con sala de congresos y convenciones, spa, restaurante de lujo y una planificación integral, mediante una concesión a través de un mecanismo de iniciativa privada que ya comenzó con el proceso de las reformas .
FUENTE: www.trazosdigital.com.ar
FOTOS DE LA WEB (créditos a quien corresponda)
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FOTOS DEL HOTEL EDEN EXTRAIDAS DEL EXCELENTE DVD " EDEN HOTEL" EL NACIMIENTO DE UN PUEBLO REALIZADO POR LA GENTE QUE ESTA TRABAJANDO EN EL LUGAR, EL MISMO CONTIENE UN RICO MATERIAL DE IMÀGENES DEL PASADO Y PRESENTE DEL EDEN, POR ESO NO LO VOY A SUBIR. SI VAN A LA FALDA VISITEN EL HOTEL Y COLABOREN CON LA GENTE QUE ESTA HACIENDO UN TRABAJO DE RESTAURACION DE ESE PATRIMONIO ARGENTINO. AUDIO ORIGINAL.
VIDEO: fabianrez
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VIDEO: MarieCurie83
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1 comentario:
no sabía lo de la guerra mundial
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