martes, 19 de enero de 2010

GRAN CLUB HOTEL SIERRA DE LA VENTANA - BUENOS AIRES





Primer lugar del turismo mundial, orgullo y debilidad de la aristocracia argentina del 1900. Una historia tan única como majestuosa.

El Club Hotel de la Ventana fue un complejo turístico situado en la actual localidad argentina de Villa de la Ventana, partido de Tornquist, Provincia de Buenos Aires.
Cuando allá, por los primeros años del 1900, todavía en el mundo no existía el concepto que hoy tenemos del turismo, un grupo de visionarios, argentinos e ingleses, comenzaba a levantar los cimientos de un sueño inmenso.

Fue ideado en el año 1900 e inaugurado en 1911; clausurado en 1920. En 1983 el edificio fue reducido a ruinas por un incendio. Fue el primer complejo hotelero de Sudamérica y uno de los primeros casinos en la Argentina. Hoy en día sus restos constituyen un atractivo turístico.

Tan grande y majestuoso fue que aún hoy, a más de cien años, convertido en ruinas y abandonado al paso del tiempo, sigue atrayendo huéspedes que se contentan con sólo recorrer sus pasillos, sus salones y lo que quedó de sus exóticas y extravagantes habitaciones.

De centro asistencial a hotel majestuoso

En 1900 el Dr. Félix T. Muñoz médico especialista en vías respiratorias visitó Villa Ventana en la localidad Sierra de la Ventana y consideró que el lugar era propicio para un centro de salud y recuperación, ya que encontró allí un clima tan sano que facilitaría la cura de enfermedades de tipo respiratorio y nervioso. Enseguida tuvo una idea: construir allí un gran hospital sería una buena inversión a futuro.

El Dr Manuel Lainez, amigo del Dr. Muñoz, rescatando esa idea y dueño de 3000 hectáreas de campo decide proponer a la "Companía Británica del Ferrocarril del Sud" levantar en la zona un centro de salud. Los Dirigentes de la companía Británica deciden tomar la idea pero no para construir un centro de salud sino un fastuoso complejo hotelero.
El ramal de esta empresa que atravesaba la pampa hacia el sudoeste en dirección a Bahía Blanca estaba dando por aquel entonces muchas ganancias a los ferrocarriles británicos, de modo que vieron en el proyecto del dr. Muñoz una excelente oportunidad para incrementar aún más el tráfico de pasajeros por esta bella zona: la construcción de un enorme y fastuoso complejo hotelero. Impensado, no sólo para la Argentina que se estaba formando, sino también para la vieja Europa que todavía no sabía qué significaba la palabra “turismo”.

El 15 de agosto de 1903, entonces, se inauguró la parada de tren que correspondería al hotel. Más adelante, sería la estación Sauce Grande, actualmente llamada Sierra de la Ventana.

El nacimiento de un gigante

La construcción comenzó en el año 1904. Hacia 1909 se constituyó la sociedad anónima "Compañía de Tierras y Hoteles de Sierra de la Ventana", y sus estatutos fueron aprobados por un decreto del presidente de la República Figueroa Alcorta y Rómulo S. Naón, el 2 de septiembre de dicho año.


La obra fue concebida por los Arquitectos Gastón Luis Mallet & Jacques Dunant, el constructor fue el italiano Antonio Gherardi (experto constructor italiano que había levantado la aduana de Bahía Blanca) con el estilo europeo Belle Epoque. Las escalinatas fueron diseñadas por Antonio Gandino, que utilizó mármol de Carrara.

El mayor problema para la construcción era el aprovisionamiento de ladrillos, que fue solucionado por Don Ernesto Tornquist, ciudadano de Sierra de la Ventana,quien firmó un acuerdo con la sociedad anónima, para instalar en las inmediaciones del hotel, un ala de la fábrica de ladrillos, que había adquirido recientemente en Checoslovaquia. El cuerpo central de esta fábrica, que fue una de las primeras en el mundo y se llamó F. Ctibor, se instaló en La Plata y funcionó allí hasta hace pocos años.
Las dimensiones y características del hotel fueron espectaculares. En cada una de sus dependencias se puso extremo cuidado en los detalles. Con una superficie cubierta de 6.400 metros cuadrados, se habían asegurado todas las comodidades: galería solarium, restaurante decorado al estilo Luis XVI, jardín de invierno, salón de fiestas con 150 butacas, 3 salas de casino, un entrepiso usado como night club, 2 peluquerías, una torre mirador con vista panorámica de toda la zona serrana, sala de música para conciertos, una nutrida biblioteca y canchas de golf y tenis, entre otras muchas instalaciones.

El 11 de noviembre de 1911 se inauguró el nuevo Hotel con una fastuosa fiesta. En la ceremonia participaron 1200 invitados.
Los automóviles con capacidad para 12 personas que había provisto el Ferrocarril del Sud resultaron insuficientes para los traslados desde la estación Sauce Grande hasta el hotel debido al elevado número de concurrentes. Toda la "sociedad" argentina y extranjera quería conocer "la maravilla del siglo", nombre dado al hotel por el General Julio Argentino Roca.
A las 10 de la mañana se iniciaron los actos, ante 1200 personas, con una misa que estuvo a cargo del Obispo de La Plata Monseñor Don Juan Nepomuceno Terrero, clérigo muy allegado a la familia Tornquist. Luego hicieron uso de la palabra el embajador de Inglaterra Lord Barington, el presidente de la Compañía de Tierras y Hoteles de Sierra de la Ventana Don Samuel Hale Pearson y el Dr. Manuel Láinez en representación del gobierno de la Nación; mientras al tope de la torre mirador el pabellón patrio flameaba junto a las banderas de países amigos.
Luego a las 13.30 h se sirvió el banquete en centenares de mesas con vajilla de plata y porcelana ubicadas en el gran comedor, la sala de recepción, el hall y el solarium. El servicio fue atendido por el personal del Plaza Hotel de Bs. As. que terminó cumpliendo esa función hasta el cierre del hotel. El menú comprendió unos cuarenta platos distintos, veinte postres y veinte bebidas, siendo todas especialidades de primer nivel mundial.
El 30 de noviembre de 1914 se inauguró el ramal del tren de trocha angosta desde la estación de Sierra de la Ventana hasta el Club Hotel.

“La Maravilla del Siglo”, como lo bautizó Julio Argentino Roca, supo albergar a lo más selecto de la aristocracia argentina y extranjera de aquellos años. Entre los invitados a la inauguración oficial se contaban muchos apellidos y nombres que aún hoy resuenan en nuestros oídos y que bautizaron las calles de la ciudad de Buenos Aires así como también los partidos de casi toda la provincia.


Nada es para siempre

Entre los años 1913 y 1914, los ecos mundiales de grandes depresiones económicas hicieron que el hotel comenzara a trabajar a pérdidas.
La Primera Guerra Mundial tiene consecuencias letales para el emprendimiento. A pesar de la guerra el 9 de julio de 1916, se festejó allí con la asistencia de la Infanta Isabel de Borbón, el príncipe de Gales Eduardo, el Presidente de Brasil, muchísimos políticos argentinos, diplomáticos, embajadores, gente de la alta sociedad, etc, el centenario de la Independencia Argentina.

En el año 1917 y durante la presidencia de Hipólito Yrigoyen se sanciona la ley de prohibición de los juegos de azar. Los propietarios del Club Hotel (en su mayoría ingleses) dispusieron su liquidación, cerrándose el complejo el 14 de marzo de 1920 y el ramal de trocha angosta el 21 del mismo mes.
El Club Hotel siguió contando sin embargo con personal a cargo de su mantenimiento.

Finalmente, el 30 de noviembre de 1924, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires se hizo cargo del hotel con el objeto de instalar allí una colonia de vacaciones de la Dirección General de Escuelas para alumnos, docentes y familiares. El proyecto quedó trunco y a partir de entonces lentamente se fueron vaciando la bodega y elementos del hotel.


En el año 1943, después del enfrentamiento entre el acorazado alemán Graf Spee y los cruceros británicos Exeter, Achilles y Ajax en el Río de la Plata, un grupo de 350 marinos integrantes de la tripulación del acorazado nazi Admiral Graf Spee fueron enviados por la Armada Argentina al ex Club Hotel para su internación bajo la vigilancia del Regimiento V de Infantería del ejército. Allí permanecieron hasta febrero de 1946. Los tripulantes del Graf Spee restauraron y dieron vida nuevamente al clausurado Club Hotel de Sierra de la Ventana, que fue reabierto como centro de detención durante los 2 años que duró su estadía en él. Sin embargo, la partida de los marinos a su país de origen hizo que otra vez ganaran el olvido y el abandono.

Nunca pudo materializarse ninguno de los múltiples emprendimientos educativos y turísticos que hubo desde su clausura para reabrir o reutilizar las instalaciones del viejo Club Hotel. Finalmente, en 1978, el hotel comenzó a ser demolido. En la madrugada del 8 de julio de 1983 el edificio principal fue consumido por un importante incendio, que algunos sostienen fue intencional, aunque los peritos determinaron que se trató de un accidente. El hotel quedó en ruinas. El lugar fue declarado Monumento Histórico por la Muncipalidad de Tornquist en el año 1999.
Aunque hoy yace en ruinas, a casi un siglo de su inauguración, su huella sigue siendo motivo de visitas permanentes.





FUENTE: www.welcomeargentina.com
FUENTE: http://es.wikipedia.org
FUENTE: www.villaventana.com












2 comentarios:

alejandra dijo...

muy buena información. sólo sabía algunas cosas que em había contado sobre el edén

Anónimo dijo...

Sierra de la Ventana me hace recordar las vacaciones de mis primeros años de vida...Antes de 1940. Han pasado años....nunca más volví.