"El 27 de enero de 1944, después de 900 días de asedio (un asedio memorable por su duración, por la importancia de las fuerzas implicadas en la lucha, por la potencia de los medios utilizados y por los inauditos sufrimientos soportados por la población), la ciudad de Leningrado pudo finalmente festejar su liberación. El asedio, que duró casi tres años, provocó más de un millón de muertos.
Zdanov, que era entonces secretario del partido en Leningrado, fue obligado a buscar una solución. La única vía de suministro era el lago Ladoga helado, pero hacía falta que el hielo tuviese un espesor de al menos dos metros para sostener a las columnas de camiones. La gente rezó para que hiciese más frío.
(...)
El 22 de noviembre el termómetro señaló 25° bajo cero, y un voluntario a caballo fue enviado a través del lago para probar la nueva pista, a la que los leningradeses habían dado ya el nombre de "carretera de la vida". El experimento tiene éxito. El lago, cubierto de una capa de hielo de dos metros de espesor, es transitable. Zdanov ordena entonces construir una pista para los camiones a fin de enlazar Leningrado con el sector de ferrocarril hacia Moscú todavía en manos de los soviéticos.
A fines de noviembre no hay ya casi raciones que distribuir. El hambre es tan intensa que la gente llega a hervir madera y a mascar el cuero de los zapatos. Los muertos ya no se cuentan. Hay quien esconde el cadáver de un pariente para sacar sus raciones. Otros no dudan, impulsados por la desesperación y el hambre, en cocinar su carne para sí y sus hijos.
Todos los días se repiten episodios tremendos que ya no son noticia. Especial emoción suscita aún el caso de una niña encontrada en una casa de la que no se ha visto salir a nadie desde hace días. Se llama Tania Savicheva, y cuando la sacan está tan débil que no será posible salvarla. Junto a ella es encontrado el diario en que Tania ha anotado hora por hora la tragedia que ha aniquilado a su familia: "Jenia murió el 28 de diciembre de 1941 a las 12,30. La abuela el 25 de enero. Tío Lescia el 10 de mayo a las 4 de la tarde. Mi querida mamá se fue el 13 de mayo a las 7,30. La familia Savich ya no existe. Han muerto todos. Sólo quedo yo".
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En febrero de 1942 mueren en Leningrado una media de 10.000 personas al día, pero para los supervivientes la vida continúa."
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Del diario de la poeta soviética Vera Inber, que vivía en Leningrado durante el asedio
FUENTE:www.voltairenet.org
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