
El 22 de junio de 1941 la invasión largamente meditada de la Unión Soviética se puso en marcha al ritmo avasallante de la Blitzkrieg, es decir el ataque de la Luftwaffe (aviación alemana) a los medios y vías de comunicación, almacenes de municiones y combustibles, columnas de tropas y a la población civil, utilizando entre otras novedades el enloquecedor bramido de los Stukas y silbatos colocados en la bombas.
Simultáneamente venía el bombardeo de la artillería Krupp y después los Panzer que aplastaban todo lo que los cañones y la aviación habían dejado en pie y hacían veloces y profundas penetraciones por el territorio enemigo concentrándose a través de estrechos puntos de ruptura. Sólo al final llegaba la disciplinada pero criminal Wehrmatch y los siniestros carniceros de las SS para fusilar, torturar, exterminar, o combatir según sea el caso.
Esta táctica hábilmente aplicada desconcertó a los rusos que cayeron por centenares de miles en bolsones aislados del resto del país, donde eran rápidamente rodeados, derrotados o capturados.
Un amargo y sangriento crepúsculo se había abatido sobre el pueblo ruso, que a pesar de las demoledoras derrotas sufridas decidió luchar hasta el fin.
FUENTE:www.angamos.blogspot.com
2 comentarios:
excelente y concientizador trabajo sobre un tema poco difundido y por ende olvidado.... ¡Gracias Susana!
Gracias a vos Cris por interesarte en lo que publico
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