domingo, 25 de julio de 2010

EL SITIO DE LENINGRADO - DE MICHAEL JONES


El Sitio de Leningrado, 1941-1944 por el historiador británico Michael Jones.
El sitio de Leningrado, que los alemanes mantuvieron durante 872 días, de septiembre de 1941 a enero de 1944, fue uno de los episodios más heroicos de la Segunda Guerra Mundial y uno de los asedios más terribles de la historia. Los alemanes bombardeaban la ciudad cuatro horas al día, entre las ocho de la mañana y las diez de la noche, a la vez que la sometían a un hambre extrema, que dio lugar incluso a actos de canibalismo; en enero de 1942 la dejaron sin electricidad ni agua corriente. Hitler había ordenado que no se aceptase ninguna propuesta de rendición; su propósito era exterminar a todos los habitantes, ya que no quería supervivientes que hubiera que alimentar. Lo que mantuvo la resistencia e impidió que los alemanes ocuparan la ciudad no fue la fuerza del ejército soviético, sino la voluntad colectiva de sus habitantes que, a costa de cerca de un millón de muertos, supieron hacer frente a la barbarie, sin dejarse abatir. Michael Jones ha reconstruido esta extraordinaria historia basándose sobre todo en el testimonio de los supervivientes.

FUENTE: www.arquehistoria.com

«Sentía la necesidad de comer cualquier cosa que me encontrara. Recuerdo que, al llegar a casa, tenía un hambre atroz. Había algo de madera junto a la estufa, uno o dos leños, de modo que cogí uno de ellos, recuerdo que era de pino, y comencé a roerlo. Estaba totalmente desesperado. Mastiqué la madera hasta que comenzó a salir resina. Esa fragancia me llenó en parte de felicidad porque finalmente estaba masticando algo. Tenía que comer algo.»

Uno de los episodios más horribles de la Segunda Guerra Mundial. El asedio de casi 900 días al que las fuerzas de Hitler sometió a la ciudad de Leningrado. Con órdenes estrictas de no conquistar la ciudad cuna del bolchevismo y mantenerla bajo asedio, bombardeada y aislada, este libro es un documento excepcional construido a base de testimonios de supervivientes de esta barbarie, de diarios, de cartas y de archivos recientemente desclasificados; también hay unas espeluznantes fotografías que ilustran a la perfeccción la desesperación de la población. Las situaciones extremas provocan comportamientos extremos. Estos comportamientos aún llevados al más lejano extremo y dentro del contexto en que nos encontramos, pueden parecer hasta razonables. Lógicamente, sacados del contexto de la total privación de alimentos, calefacción, cobijo, agua, gas y ropa que se produjo bajo el asedio estaríamos hablando de una ciudad de monstruos; violaciones, canibalismo, robos, asesinatos…, todo era lícito con tal de sobrevivir en una ciudad castigada por un duro y frío invierno y por la ausencia total de víveres y autoridad, y además de todo eso, sometida a un constante y feroz bombardeo diario por parte alemana. El libro hace un recorrido desde el comienzo de la Operación Barbarroja con la invasión de Rusia por parte de Alemania. El Grupo de Ejércitos Norte llega hasta las puertas de Leningrado y, una vez cerrados todos los accesos, vías y carreteras, comienza el asedio. A esto hay que unir la incompetencia de las autoridades rusas, más preocupadas en mantener su status y asegurar sus raciones que del enemigo nazi y sus planes, despreocupándose por compepleto de la población civil. A partir de aquí el asedio, la espina dorsal del libro. El libro en realidad trata poco el aspecto militar; no creo que sea un libro de historia militar al uso, su tema central es contar la historia de lo que ocurrió en Leningrado, el infierno que vivieron y en el que murieron miles de personas, desde las bajezas humanas hasta la lucha, la solidaridad y la ayuda de unos con otros, desde las madres que se comían a sus propios hijos hasta los que compartían trozos de rompa con los demás para entrar en calor. Finalmente, el 27 de Enero de 1944 los rusos rompen el cerco y la ciudad de Leningrado queda abierta; ese día habían ganado la batalla a los alemanes que no consiguieron hacer rendir la ciudad ni acabar con toda su población. Fue una batalla ganada por todos los ciudadanos anónimos que consiguieron sobrevivir por ellos mismos, por su aguante y con la total ausencia de sus gobernantes y, por supuesto, del ejército Rojo.

FUENTE:www.hislibris.com

2 comentarios:

pablo dijo...

me gustaría leer este libro

Anónimo dijo...

te lo recomiendo. lo leí hace un tiempo